dimecres, 28 de març del 2012

Problemas de dinero



El viernes pasado, en el café Colores esperaban Alberto, Salva y las amistades de la consultora, aquellos instalados en los edificios piramidales de Montolivet, donde un dia corrió el wisky después de un arroz meloso en el Rey Chico. Pero eso fue hace meses. El dia del que quería hablar, el viernes del café Colores, fue de mesas en la terraza y copas de cerveza, servidas por una camarera llamada Verónica, grandes copas redondas delante de rostros conversadores en donde se dibujaban sonrisas en las que se leía una concomitancia de voluntades que empujaban a un grupo de hombres, un dia cualquiera, a relacionarse con la avaricia del que lleva tiempo sin salir de casa, adónde no piensa volver hasta después de haber consumido, pasada la cena, el gintónic pertinente.
Con el bolsillo lleno después de la visita al cajero automático, rememoramos aquella frase acuñada con criterio por Cuca Orero, que quedó para los anales de las frases célebres de la historia de la humanidad:
-Tú tienes el dinero, tú tienes el poder.
Así que intensísima semana de conciertos, cenorrios, vicios y situaciones límite inconfesables: No tenemos problemas de dinero, dijo Luis Vendrell, tendremos más o tendremos menos, pero no tenemos problemas de dinero.

dimecres, 21 de març del 2012

Des del tren


Des del seient del tren, des d’aquell seient que és el meu favorit perquè no hi ha una persona asseguda davant que m’impedisca estirar les cames, observe per la finestra com discorren, en càmera panoràmica, les primeres evidències de la primavera en forma de llum, de paisatge verd i de cels blaus.
En aquest agradable i assolellat context, el més oportú fóra buscar una terrassa, llegir el periòdic i prendre una cervesa amb uns cacaus –la tauleta una talaia des d’on observar el moviment del carrer, el pas de la gent-, però, a pesar d’aquesta convicció, hauré de dedicar el matí de demà a la vulgar tasca de gestionar un certificat de firma electrònica.
Obviant, per ser massa sabut, el fet d’anar a treballar.
Si jo el que voldria seria anar-me’n per ahí!